Como probablemente hayas escuchado a lo largo de tu vida, el cepillado dental es la mejor forma de garantizar el máximo nivel posible de salud oral. Al llevar a cabo este tipo de medida de la forma correcta, podremos eliminar eficientemente la placa dental, sustancia que contiene una gran cantidad de bacterias potencialmente dañinas que pueden causar graves enfermedades como las caries y otras infecciones importantes en encías y tejidos blandos. ¿No sabes cómo usar hilo dental para mejor tu salud oral? En la Clínica Dental AM Odontología te ayudamos.
En los medios de comunicación de cualquier país existen campañas que explican con detalle cómo debe llevarse a cabo el cepillado, indicándose desde cómo deben ser los movimientos que debemos realizar sobre cada una de las caras de los dientes, hasta como cuáles son los tipos de dentífricos que debemos emplear según nuestras condiciones bucales.
No obstante, ocurre que, en la actualidad, muchas personas desconocen o no ejecutan con la regularidad necesaria dichas técnicas de higiene de los espacios interdentales, los cuales son consideradas por algunos especialistas tan importantes como el cepillado tradicional para garantizar una boca más saludable y libre de patógenos.
Entre los dispositivos que se recomienda utilizar para limpiar los espacios que existen entre nuestros dientes, resaltan los cepillos interproximales y los hilos o sedas dentales. Estos últimos tienden a ser los más utilizados debido a su popularidad, así como por sus grandes capacidades de amoldarse a espacios reducidos. A continuación, te explicaremos cómo usar hilo dental de manera correcta.
¿Qué son los hilos dentales?
Este tipo de producto de higiene oral consiste en hebras delgadas formadas por uno o más filamentos elaborados con materiales sintéticos como nylon o plástico, que se emplean para sustraer restos de alimentos o cúmulos de placa dental en sus fases iniciales, que suelen alojarse en las áreas que se encuentran entre los dientes.
Estos suelen utilizarse tras el cepillado, utilizando las propias manos del paciente o a través de otro tipo de dispositivos que le otorgan al hilo la tensión requerida para que pueda entrar cómodamente entre las piezas dentales y generar la fricción necesaria para remover las partículas no deseadas que se adhieren a su superficie.
Tipos de hilos dentales
En el mercado pueden conseguirse varios tipos de hilos dentales según las características de su composición, así como por la presencia o no de algunos aditivos. En tal sentido, vemos que existen tanto los hilos multifilamentos como los monofilamentos. Ambos tipos garantizan resultados similares en limpieza, aunque mientras que los primeros pueden deshilacharse, los segundos tenderán a ser más resistentes.
Adicionalmente, existen hilos dentales que son recubiertos con cera, así como otros que prescinden completamente de esa sustancia. Desde el punto de vista de desempeño, ambos tipos garantizan resultados similares, sin embargo, los primeros harán que se presente una menor fricción y que disminuyan las rozaduras y lesiones en las encías. Es importante escoger uno adecuado antes de averiguar cómo usar hilo dental.
Por último, tenemos que estos dispositivos de higiene oral pueden contener o no flúor. Como sabemos, este elemento químico nos garantiza dientes más limpios gracias a sus propiedades bactericidas y regeneradoras del esmalte dental; pero, tal como ocurre con otras sustancias, el exceso de su uso puede desencadenar consecuencias perjudiciales sobre tu salud bucal y general. Por ello, el uso de las variedades fluoradas no se recomienda para niños menores de 8 años.
Razones para utilizar hilo dental
Como hemos comentado anteriormente, el hilo dental permite eliminar las bacterias que pueden proliferar en nuestra boca y provocar que aumenten las posibilidades de padecer enfermedades. Muchas de ellas pueden tener implicaciones importantes sobre las condiciones locales de nuestro tejido bucal, pero también sobre la salud general.
Conoce cómo usar hilo dental y por qué hacerlo en tu higiene bucodental diaria:
Medida de prevención ante enfermedades bucales y sistémicas
Al utilizar hilo dental, en conjunto con un correcto cepillado y limpiezas dentales profesionales, estaremos manteniendo nuestra boca completamente limpia, evitando la presencia de caries, inflamaciones en las encías (gingivitis), periodontitis y otras afecciones. En ocasiones, estas afecciones pueden generar alteraciones graves, tales como la presencia de abscesos o la destrucción del tejido óseo de soporte dentario, así como la pérdida de uno o más dientes.
Si dichas infecciones se extienden fuera de control, pueden llegar a acceder al torrente sanguíneo y, una vez allí, afectar varios órganos o tejidos de nuestro cuerpo. En este sentido, los órganos que son afectados más frecuentemente por esta causa son el corazón y los pulmones, llevando en ocasiones a poner en peligro la propia vida del paciente.
Eliminación de la halitosis
Otra consecuencia no deseada de la presencia de bacterias en la boca es la existencia de un mal aliento (halitosis) que, aunque mejora luego del cepillado, tras algunos minutos vuelve a surgir con la misma intensidad. Esto ocurre porque los microorganismos tienden a liberar gases fétidos como producto de sus procesos metabólicos. Al eliminarse dichos patógenos, debería desaparecer esta desagradable sensación. De ahí la importancia de saber cómo usar hilo dental.
Preservación de piezas protésicas
Los efectos positivos de la higiene dental que contempla la utilización de este tipo de hilos no solo nos permiten cuidar de la estructura y salud de nuestros dientes naturales, sino que también ayudan a prolongar la vida de sus equivalentes artificiales. Dichos elementos protésicos también pueden ser afectados por las bacterias, las cuales deterioran su superficie, así como pueden incidir en la presencia de una condición bastante común, conocida como periimplantitis.
Cómo usar hilo dental: la técnica
Los especialistas en salud oral recomiendan emplear este tipo de producto odontológico al menos una vez al día, sugiriendo emplearlo tras cada cepillado para obtener unos mejores efectos.
Pasos previos
Antes de entrar en los pasos que deberás seguir para limpiar adecuadamente tus espacios interdentales utilizando este tipo de producto, es importante puntualizar la relevancia de elegir el tipo más adecuado según tus propias necesidades. En tal sentido, deberás constatar si el grosor del mismo se adapta a tus áreas interdentales, así como verificar si cuentan con cera y/o flúor o si carece de ambas sustancias.
Si tienes dudas sobre cuál es la opción que te resultará de mayor provecho, te invitamos a consultar a tu odontólogo de confianza.
Después, deberás tomar un trozo del hilo que tenga una longitud aproximada de 40 centímetros y enrollar ambos extremos en los dedos corazón o en medio de ambas manos. En esta posición podrás tensar el hilo empleando los dedos pulgares e índices de ambas manos. En la medida en que la hebra se vaya ensuciando, deberemos recogerla para emplear una porción limpia de la misma.
Inserción del hilo en los espacios interdentales
Una vez que sostengamos adecuadamente el trozo de hilo, deberemos insertarlo suavemente en el primer espacio interdental a limpiar. Puedes comenzar haciéndolo en los dientes anteriores o posteriores, eso dependerá de ti, pero es importante que lleves una secuencia de lo que has hecho para no dejar áreas sin limpiar.
Cuando el hilo haya ingresado adecuadamente, deberemos desplazarlo cuidadosamente hasta la base de los dientes, sin ejercer presiones excesivas sobre la encía, pues esto puede causar lesiones. Desde allí, deberemos recorrer la cara lateral de una de las piezas dentales, desplazando poco a poco el hilo por su contorno, hasta expulsar todos los restos de comida acumulados. Posteriormente, deberás repetir el procedimiento, esta vez, presionando ligeramente el hilo contra el diente opuesto, hasta limpiar completamente el área interdental.
Deberemos repetir el paso anterior tantas veces sea necesario, hasta cubrir todos los espacios.
Es importante no lesionar nuestras encías, por lo que se recomienda no realizar movimientos con las manos distintos a los que reseñamos anteriormente. Por otro lado, también sugerimos que te tomes el tiempo necesario para llevar esta medida higiénica con cuidado y sin apuros. Como ves saber cómo usar hilo dental es fundamental para tener una sonrisa impecable.
Acciones posteriores
Por último, debemos desechar el hilo dental empleado, pues si lo utilizamos nuevamente podemos hacer que las bacterias y trozos de comida extraídos anteriormente puedan depositarse de nuevo en nuestros espacios interdentales, haciendo que aumenten las posibilidades de que proliferen bacterias responsables de varias enfermedades orales.
Si notas que el hilo va deteriorándose o se deshilacha como consecuencia de su uso o debido a problemas relacionados con su fabricación, es recomendable cambiarlo inmediatamente para seguir obteniendo los beneficios esperados de este tipo de recursos, así como evitar que ocurran laceraciones en nuestros tejidos blandos.
En AM Odontología queremos garantizar tu bienestar
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