El irrigador dental es uno de los complementos o herramientas de higiene bucal que sirven para mejorar la limpieza de tus dientes y encías. La higiene bucodental es fundamental para disfrutar de una sonrisa saludable, en la que no existan bacterias dañinas. Desde nuestra Clínica Dental en Toledo vamos a darte las claves que debes seguir para optimizar tu profilaxis oral.
Gracias a nuestra experiencia en odontología conservadora, podemos ayudarte encarecidamente a mejorar tus rutinas de higiene bucal. Incluir en los hábitos de limpieza oral al irrigador dental es una idea fabulosa, ya que podrás eliminar mucho mejor la placa bacteriana, que se ubica en zonas a las que no puedes llegar con el cepillo de dientes convencional.
En nuestra clínica dental en Toledo contamos con todo lo necesario para proporcionarte una sonrisa perfecta, libre de sarro. Someterte a limpiezas dentales profesionales de manera periódica también te ayudará a tener unos dientes bonitos y brillantes.
¿Qué es el irrigador dental?
Seguro que sabes perfectamente qué es un irrigador dental porque has debido de verlo en mas de una ocasión en la consulta del dentista. Básicamente, se trata de un complemento de limpieza bucal, que funciona gracias a la emisión de un chorro de agua a presión y que permite mejorar la limpieza interdental y de las encías.
El aparato es muy parecido al que tenemos en la clínica odontológica, pero bastante más sencillo. Aunque el funcionamiento del irrigador dental profesional y el casero es muy similar. La idea principal de esta herramienta de higiene es que te ayude a eliminar con seguridad la placa bacteriana de aquellas zonas a las que no puedes llegar con el cepillo de dientes.
Además, el irrigador bucal también ejerce un suave masaje en las encías, logrando activarlas y mejorando su aspecto. Sin duda, en nuestra clínica dental en Toledo recomendamos muchísimo el uso de este complemento en tus rutinas de limpieza bucal. Eso sí, sin olvidarte de usar también la seda dental, ya que tienen funciones muy distintas.
Si estás buscando un irrigador dental debes de saber que actualmente hay muchos tipos de irrigadores disponibles. Los hay altamente tecnológicos y otros mucho más sencillos. La elección de uno u otro depende de numerosos factores. Si solo necesitas un aparato de irrigación dental, bastará con que adquieras un irrigador básico.
Todos los irrigadores dentales que puedes comprar hoy en día incluyen un depósito de agua para poder llevar a cabo su función. En algunos casos, según el fabricante, en este depósito se puede colocar colutorio en lugar de agua. No obstante, esto depende del tipo de irrigador. Nuestro consejo es que sigas siempre las instrucciones del fabricante.
También hay irrigadores dentales que tienen cabezales diferentes, que puedes cambiar en función de tus necesidades y del tipo de limpieza que necesites llevar a cabo. Una cosa muy importante es que puedas regular la presión del agua, con el fin de mejorar la irrigación.
¿Cómo se usa el irrigador dental?
En la Clínica Dental AM Odontología te vamos a explicar cómo se utiliza el irrigador dental, para que puedas sacarle todo el partido posible a esta herramienta de limpieza bucodental. En primer lugar, debes de leer las instrucciones del fabricante, ya que dependiendo de la tecnología del aparato podrás hacer más o menos acciones.
Una vez tengas claro el funcionamiento del irrigador bucal, es el momento de comenzar a utilizarlo. Sigue los siguientes pasos:
- Realiza el cepillado dental en primer lugar. Recuerda que debes de cepillarte los dientes durante al menos 2 minutos.
- Elimina los restos de comida y bacterias de los espacios interdentales y bajo la línea de las encías con el hilo dental. También puedes recurrir a los cepillos interproximales, si fuera necesario.
- Ajusta debidamente la presión del agua del irrigador. Esto es muy importante para evitar dañar el esmalte de tus dientes.
- El chorro de agua a presión lo debes de pasar por todas las piezas dentales, incluyendo la línea de las encías. Hazlo con la boca cerrada para evitar salpicaduras.
- Finaliza tu higiene bucal con un buen colutorio refrescante.
¿Quién debe usar el irrigador bucal?
Lo cierto es que el equipo de dentistas de AM Odontología te recomienda usar el irrigador dental en todos los casos. Es decir, se trata de una herramienta de higiene que siempre va a mejorar la limpieza de tus dientes y encías. Por ello, recomendamos su uso a todos nuestros pacientes. No obstante, hay casos en los que incluir este complemento de limpieza dental es extremadamente importante:
- Ortodoncia: las personas que llevan ortodoncia, sobre todo fija con brackets, notarán una mejora en su higiene bucodental si usan el irrigador bucal. El agua a presión es capaz de eliminar las bacterias que se alojan entre los brackets, evitando que el sarro forme parte de la ecuación durante el tratamiento de ortodoncia.
- Periodontitis: aquellas personas que tienen alguna enfermedad periodontal se beneficiarán muchísimo del uso de un buen irrigador dental. El agua a presión ejerce un ligero masaje en las encías, mejorando su estado de salud. Además, este aparato nos ofrece una limpieza mucho más profunda, evitando que las bacterias orales provoquen demasiados daños.
- Hipersensibilidad: si tienes sensibilidad dental el irrigador es tu herramienta de higiene. En este caso, podrás sustituir el uso del hilo dental por el agua a presión.
- Implantología dental: las personas que llevan implantes dentales se benefician considerablemente de la limpieza oral profunda gracias al irrigador bucal. Su uso, en estos casos, es altamente recomendable.
Pide cita en AM Odontología y nuestros especialistas te enseñarán a sacarle todo el partido posible al irrigador dental. Nosotros nos encargamos de enseñarte la mejor manera de lavarte los dientes para evitar las infecciones en la boca. En nuestra clínica odontológica de Toledo la primera visita de diagnóstico es gratuita.