La erupción de las piezas dentales puede provocar ciertas molestias e infecciones bucodentales, como la pericoronaritis.
Esto se debe a la falta de espacio en la cavidad bucal o al erupcionar en una posición inadecuada, por lo que las muelas del juicio o molares que quedan semiincluidos en la encía pueden infectarse e inflamarse.
¿Quieres despejar tus dudas sobre la pericoronaritis? ¡Continúa leyendo el siguiente post!
¿Cuáles son los síntomas de la pericoronaritis?
Los síntomas pueden variar dependiendo de la gravedad y tipología de la inflamación.
Al principio, tiene indicios bastante sencillos, poco molestos y fáciles de detectar. Sin embargo, a medida que el problema va evolucionando, puede aumentar la complejidad de resolver el problema.
La temperatura y humedad de la zona facilitan aún más su infección, por lo que el dolor producido por la infección también puede perjudicar a la masticación o al simple hecho de abrir la boca o hablar.
No obstante, este proceso infeccioso no se manifiesta únicamente en forma de molestias, sino que presenta un amplio abanico de signos y orden de gravedad:
Gravedad simple: síntomas
- Inflamación y enrojecimiento de las encías.
- Dificultad para masticar del lado en el que la encía está inflamada.
- Sangrado de la encía al cepillar la zona, masticar o de manera espontánea.
- Infección de la encía que puede estar acompañada por malestar general, mal olor en la boca y/o supuraciones, incluso fiebre.
- Dolor, solo en la zona del diente afectado, sin embargo, puede llegar a doler el oído y la cabeza.
Gravedad compleja: síntomas
- Caries por la acumulación de bacterias y/o restos de comida en la zona afectada.
- Inflamación de los ganglios, ocasionando faringitis, amigdalitis o incluso problemas
- Formación de un flemón o absceso dental, que podría extenderse a otras zonas de la boca y la faringe.
- Patologías bucodentales.
- Secreción de pus.
- Trismo o contracciones en los músculos mandibulares.
Gravedad mortal
- Complicación mortal llamada angina de Ludwig. Esta enfermedad puede hacer que la infección se propague hacia la cabeza y el cuello.
- Otra infección llamada sepsis, la cual hace que se propague hacia el torrente sanguíneo ocasionando una complicación mortal.
Frente a la mínima sintomatología es recomendable acudir de manera inmediata al odontólogo para evitar futuras complicaciones y/o resolver a tiempo cualquier afección en su fase de inicio.
¿Qué factores perjudican a la pericoronaritis?
La pericoronaritis aparece cuando empiezan a erupcionar los molares o cordales, sin embargo, existen ciertos factores desencadenantes, como:
- Una muela que está en una posición inadecuada, ya sea horizontal en vez de vertical o cuya erupción sea compleja.
- Encía que cubre de manera parcial dicha muela en erupción y permite que los restos de comida se queden atrapados.
- Dificultad para realizar una adecuada limpieza de la zona afectada por muelas que se encuentran ubicadas en zonas de difícil acceso o con encías inflamadas.
- Acumulación de bacterias y/o restos de comida, debido a la falta de higiene, el calor o la humedad, entre otros.
¿Cómo se puede prevenir la pericoronaritis?
La pericoronaritis se puede prevenir con:
- Revisiones dentales regulares.
- Buenas prácticas de higiene bucal.
- Visitas regulares al dentista.
El odontólogo puede determinar si es necesario sustraer el opérculo o la muela del juicio afectada, dependerá de la situación y gravedad.
Tipos de pericoronaritis
La pericoronaritis se clasifica en:
Pericoronaritis aguda
La evolución de esta tipología es variable y suele manifestarse en la región retromolar, edematosa, con indentaciones en las cúspides de los dientes antagonistas.
Pericoronaritis subaguda
Puede darse por regresión total o la progresión hacia los tejidos cercanos, presentando dolor intermitente e intenso que suele irradiarse hacia diversas regiones faciales, como el oído.
Pericoronaritis crónica
Esta situación es la más grave, debido a que causa una molestia local con irradiación hacia el área auricular. El dolor suele ser sordo o con molestias leves con duración de un día y que se espacian con remisiones a lo largo de varios meses.
Si no se trata a tiempo puede desencadenar e ir extendiéndose por otras zonas del cuerpo externas a la bucal.
¿Cómo puedo tratar la pericoronaritis en el hogar?
La pericoronaritis no puede erradicarse por completo en casa, pero puedes aliviar los síntomas de la siguiente manera:
- Realiza enjuagues con agua tibia y ½ cucharada de sal. Esto ayudará a reducir un poco la inflamación de la encía.
- Refuerza tu higiene dental: cepilla tus dientes, al menos, de dos a tres minutos después de cada comida y enfócate en aquellas regiones que más te incomoden o molesten.
- Complementa el cepillado diario usando utensilios auxiliares, como hilo dental, enjuagues bucodentales y/o irrigadores bucales, entre otros.
- Evita usar compresas calientes y busca atención médica si tienes fiebre.
- Acude al odontólogo y evita cualquier afección a tiempo.
Una vez que se haya extraído el diente afectado, la pericoronaritis ocasionalmente reaparece.
Tratamientos para la pericoronaritis
El tratamiento para solventar la pericoronaritis dependerá de la tipología o el grado de afección en el que se encuentre el paciente:
Tratar la inflamación
Antes de someterse a un tratamiento, será necesario controlar la inflamación y/o dolor producido por la afección. Puedes tratarlo con analgésicos, antiinflamatorios y/o antibióticos, siempre bajo supervisión odontológica.
Limpieza del área afectada
El odontólogo tendrá que limpiar el área infectada para evitar la aglomeración de más placa y/o partículas de comida. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local, de este modo no sentirás ningún dolor.
Posteriormente, debes establecer una rutina de higiene con enjuagues bucales, hilo dental y mediante el uso de irrigadores para que mantengas la zona limpia de impurezas.
Cauterización
Este tratamiento se basa en la colocación de sustancias cáusticas en la zona afectada, con el fin de aliviar el dolor y agilizar la resolución de la tipología.
Extirpación del opérculo
Extraer el opérculo le permitirá al odontólogo tener más acceso para limpiar la zona afectada con más profundidad, evitando de esta forma la acumulación de bacterias.
Tu dentista lo derivará a un cirujano oral y maxilofacial que realizará la cirugía, aunque existe la posibilidad de que el tejido de las encías vuelva a crecer, causando el mismo problema.
Los pacientes se recuperan del procedimiento alrededor de dos a tres semanas tras la sustracción y en uno o dos días tras el tratamiento específico.
Extracción de muelas impactadas
Este tratamiento será efectuado siempre y cuando tu dentista decida, tras una revisión odontológica y exámenes de rutina, que las muelas impactadas no van a erupcionar. En caso contrario, si no presentan ningún problema, no hará falta sustraerlas.
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