¿Alguna vez has oído hablar de la queilitis angular? Seguramente no tengas conocimiento acerca de este nombre técnico, no obstante, es recurrente en ancianos, niños pequeños y adolescentes.
Suelen conocerse como boqueras y son aquellas pequeñas heridas en forma de fisuras que salen en la comisura de los labios, generando no solo dolor o molestias, también escozor en el momento de mover la boca o comer ciertos alimentos.
Pero, tranquilo, no todo es tan malo como parece. En la Clínica Dental en Toledo podrás solventar esta afección, así como cualquier patología que esté perjudicando tu cavidad bucodental.
Si quieres saber un poco más sobre el tema, ¡sigue leyendo y descubre todo lo referente a esta afección!
¿Qué es la queilitis angular?
Es una inflamación caracterizada por ser seca, roja, resquebrajada y por la variación de color, tamaño y consistencia que acaba afectando a la mucosa, submucosa y revestimiento cutáneo de la boca.
Se muestra en las personas mediante el decrecimiento de la elevación de la cara oclusiva sujeta con pliegues profundos en las comisuras labiales, durante un período prolongado, ocasionando sangrado y formación de úlceras o costras.
En casos más graves, puede ir evolucionando crónicamente con brotes de agudización.
Esta afección puede aparecer de dos formas:
- Unilateral: se presenta solamente a un lado de la boca.
- Bilateral: afecta a ambos lados del labio.
¿Qué tipos de queilitis existen?
La queilitis puede ser:
Queilitis de contacto
Se crea por alguna reacción alérgica a pastas dentales, maquillaje de labios o cremas faciales.
Queilitis actínica
Se produce por una exposición excesiva a los rayos del sol, perjudicando el labio inferior.
Queilitis descamativa
Se produce por una descamación de los labios que afecta el labio inferior, siendo más visible que la anterior, debido a que se percibe el desprendimiento de ciertas partes de la comisura del labio.
Queilitis granulomatosa
Se caracteriza por una tumefacción frecuente y simétrica del labio superior, y puede estar acompañada de eritema, escamas y erosiones.
¿Qué factores desencadenan la queilitis angular?
Los factores que desencadenan la queilitis angular son muy variados, sin embargo, pueden producirse por:
- La disminución de la magnitud vertical de la cara, en aquellas personas que han pasado por pérdida dental o están ante cualquier tratamiento de corrección, como prótesis mal adaptadas u ortodoncia.
- Aparición de arrugas en la zona comisural por la edad, proporcionando el incremento excesivo de saliva y la colonización de patógenos oportunistas como los hongos.
- Patologías sistémicas, como diabetes.
- Déficits nutricionales por una mala alimentación o malnutrición, como la anemia ferropénica o vitamínicos B12, A, C.
- Alergias por contacto.
- Personas infectadas por VIH.
- Deficiencia de zinc.
- Cambios ambientales, como temperaturas extremas o factores particulares de estrés.
- Succión del pulgar.
- Patologías genéticas, como síndrome de Down o Sjögren.
- Exceso del consumo de azúcares.
- Mala higiene bucal.
- Tener psoriasis, dermatitis atópica o seborreica.
- Alteración del estado inmunitario.
Síntomas de la queilitis angular
Algunos de los indicios que pueden aparecer por esta afección son:
- Eritemas y quemazón en la piel: las comisuras de la boca suelen verse escamosas, de color blanco, inflamadas o con ampollas.
- Fisura y rotura de los ángulos de la boca.
- Molestias al comer, beber y hablar, ya que la piel de la zona afectada puede partirse y sangrar si el paciente abre demasiado la boca.
- Tratamiento excesivo con ciertos fármacos que producen sequedad bucal.
- Sensación de tirantez constante ligada a movimientos bucales.
¿Cómo diagnosticar la queilitis angular?
En el momento de realizar un diagnóstico, el médico u odontólogo tendrá que hacer un estudio de la gravedad de la lesión. En caso de indicar un procedimiento conveniente, deberá clarificar la causa que ha originado la aparición de las mismas.
El médico o dentista realizará las pruebas necesarias para descartar si se ha desencadenado por otras patologías generales, como candidiasis oral, diabetes, anemia ferropénica, etc.
En los casos donde se detecten los indicios correspondientes a estas patologías, el tratamiento irá destinado a paliar las mismas; podría estar indicada la ejecución de un frotis del área afectada para establecer el agente patógeno culpable de esta infección. Otra opción es la realización de un análisis de sangre u otras pruebas médicas para esclarecer la causa.
Tratamientos para la queilitis angular
El tratamiento para la queilitis angular depende de su causa e irá enfocado a erradicar el origen y evitar que se cronifique.
Puedes aliviar los síntomas de la queilitis angular de la siguiente manera:
- Sí la afección ocurre por un proceso infeccioso, se trata con una crema esteroidea, antibióticas y antifúngicas, al igual que cualquier otra infección por hongos.
- Sí se produce a causa de objetos que no son alimentos y se mantienen cerca de la boca, como dentaduras, cigarros o tratamientos ortodóncicos, una buena higiene bucal puede conservar tus labios y boca totalmente limpios y sin ningún tipo de infecciones.
- Sí la aparición de las boqueras está relacionada con prótesis dentales mal ajustadas, el paciente tendrá que acudir al odontólogo para que revise el estado de la misma y la ajuste al tamaño correspondiente de su boca.
- Sí un déficit nutricional es el causante, se contempla la probabilidad de recetar complejos vitamínicos o ciertos cambios en la alimentación destinados a suplir esas carencias.
Es importante detectar la causa de la queilitis angular (problema por hongos, bacterias o un trastorno del sistema inmunológico) para aplicar el tratamiento idóneo.
El doctor, ya sea un dermatólogo u odontólogo, indicará cambios en la dieta o en los hábitos, suplementos de vitaminas o un antibiótico, que te ayudarán a eliminar de una vez por todas la queilitis angular.
¿La queilitis angular se puede transmitir?
Una vez que se origina, a causa de un proceso infeccioso provocado por bacterias u hongos, es posible que se pueda transmitir a través del contacto directo con una persona que esté presentando esta afección.
Por lo que, si es tu caso, debes de tomar precauciones y dejar de lado las demostraciones de afecto, así como el compartir vasos, cosméticos o cubiertos con otras personas mientras no te recuperes por completo.
En caso de que las heridas persistan o las molestias sean muy agudas, lo ideal es que acudas a consulta con un especialista que valore tu caso y averigüe el origen de dicha patología a tiempo.
¿Cómo puedo evitar la queilitis angular?
Si quieres prevenir esta afección o mejorar los síntomas, puedes:
- Integrar en tu dieta vegetales de hoja verde, legumbres y tomates o cualquier otro tipo de alimento de alto valor nutricional.
- Consumir 1,5 litros de agua al día. Una hidratación idónea evitará la aparición de eritemas o sequedad en el sector afectado.
- Mejora inmediatamente la higiene bucodental dedicando, aproximadamente, de tres a cinco minutos diarios.
- Ingiere las vitaminas prescritas por el especialista de la salud, en especial las del grupo A y B, sin dejar de lado el hierro y el zinc.
- Mantén en constante revisión los tratamientos odontológicos.
- Evita exponerte al sol directamente o por largos periodos de tiempo, y también al frío extremo. En caso de ser imposible, usa bálsamos hidratantes o protector solar para tus labios.
- Evita el roce, no te rasques, no emplees cosméticos en la zona afectada y evita el contacto con la saliva.
- Disminuye el consumo de alimentos muy ácidos, cítricos, vinagre, picantes o demasiado calientes, ya que pueden generar molestias añadidas y dificultar la cicatrización.
- Abre la boca de forma moderada y cuando sea necesario, sin exagerar, para que las heridas se vayan cerrando poco a poco.
Puedes recurrir a remedios caseros, como aloe vera o aceite de rosa mosqueta, por sus cualidades cicatrizantes. Ambas, son regeneradores naturales que pueden favorecer la curación de las heridas, y son de fácil adquisición.
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